El confinamiento que repetidas veces hemos tenido que ser obligados a cumplir este año, no ha supuesto un freno para la cultura ni el arte, que se ha reinventado y utilizado otras formas de llegar al público. Durante estos meses se ha visto un incremento de la necesidad consumir cultura antes solo apegado al turismo y no al día a día de nuestra rutina diaria. Por eso, desde las diferentes organizaciones culturales, se está haciendo un esfuerzo para abrir espacios públicos destinados al disfrute estético que nos lleven a deleitarnos con algo que habíamos perdido, el simple placer visual.
En plena pandemia renacen artistas leoneses que, como Ana Villanueva, no ven en la cuarentena una traba sino una oportunidad para llegar a un público que antes no visitaba museos y que ahora redescubre la cultura de su barrio o ciudad.
En el castizo barrio madrileño de Malasaña estos días se ha inaugurado una exposición ecléctica de diversos artistas que han desarrollado su trabajo en los meses de pandemia. Esta exposición impulsada por la “Plataforma Maravillas” busca en el proyecto “2 de Mayo, haciendo barrio” la muestra de los trabajos de artistas seleccionados en el histórico edificio del Conde-Duque junto al Palacio de Liria.
De entre las obras hay una única leonesa seleccionada, la obra de Ana Villanueva titulada “Aire”. Esta delicada pieza realizada en madera de álamo pretende representar la ligereza, el vacío y la composición a través de las luces y sombras. Una figura etérea, casi invisible, que abre sus formas al vacío dejando que la luz penetre en su interior creando sombras cambiantes. Sin duda un retrato de lo que somos hoy en día, seres traslúcidos que se adaptan al entorno en el que vivimos llegando a ser imperceptibles y mimetizándonos con el espacio que nos rodea.
La pieza en blanco sobre fondo blanco capta una figura femenina que ve alterada su forma por la luz proyectada. Una figura invisible hasta que es iluminada y de la cual solo observamos su sombra.
La exposición se inauguró con todas las medidas anti-Covid el 6 de octubre y estará abierta hasta el próximo 22 de noviembre en la sala de exposiciones Conde-Duque de Madrid.